sábado, 19 de febrero de 2011

¿Y EN QUIEN CREE DOLLY? (PARTE 1 DE 2) Por: Fauno Pan

La clonación ha sido un tema de mucha polémica sobre todo en los últimos tiempos. Y el punto de vista eclesiástico no se hace esperar. Muchos de nosotros podríamos pensar que se opone tajantemente a la práctica de clonar seres humanos. ¿Pero en verdad es así? Esta semana me gustaría dar a conocer algunos aspectos con respecto a este tema tan controversial. Yo les doy información. Ustedes establezcan una resolución.

Iglesia Romana.

La Santa Sede envió un documento a la sede de la ONU, en Nueva York, conocido como “Consideraciones de la Santa Sede sobre la clonación humana”, el 27 de septiembre del año 2004. En este, ha manifestado que a pesar de que están a favor de la investigación con fines benéficos para la humanidad, también debe tomarse en cuenta la dignidad humana, por lo cual es inaceptable que se usen células embrionarias para clonarlas, pues esto es un atentado contra la vida, además de que este tipo de prácticas violan “el proyecto de Dios” y lo desafían.

Por otro lado, resulta interesante que la Santa Sede no solo no se opone, sino que alienta la experimentación con células madre adultas (cordón umbilical), ya que esto no interfiere con el respeto a la dignidad humana.

Por otra parte en este mismo documento, se defiende que las células embrionarias no han producido ni un solo éxito terapéutico indiscutible.

Sostienen que la clonación con fines terapéuticos, es en realidad, una visión muy futurista, ya que apenas se hacen experimentos, que están muy lejos de tener algún tipo de aplicación terapéutica.

La Santa Sede argumenta que la clonación humana debería prohibirse porque el ser clonado seria visto más como un artefacto que como un ser humano. “Esta explotación de seres humanos, deseada por algunos círculos científicos e industriales, e impulsada por intereses económicos subyacentes, conserva toda su repugnancia ética y es una ofensa todavía más grave a la dignidad humana y al derecho a la vida, ya que implica a seres humanos (embriones) creados para poder ser destruidos"

Los eticistas religiosos, como voceros de la voz papal, argumentan que la clonación humana corrompe la integridad del matrimonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario